¿Para qué podemos emplear el chorreado de arena?

¿Para qué podemos emplear el chorreado de arena?

Entre todas las tecnologías que han llegado a los talleres para ayudar a los profesionales, las máquinas de chorrear arena son de las más apreciadas, en especial en aquellos lugares en los que hay que retirar pinturas o limpiar superficies.

Gracias a estas máquinas, los trabajadores se han librado de los decapantes, productos químicos peligrosos que nadie quería usar, además de que generaban mucha suciedad y no eran lo mejor para la naturaleza.

Preparación de superficies

Muchas piezas, en especial las metálicas, se pintan o se recubren con el fin de que duren más en perfectas condiciones, algo para lo cual deben estar completamente limpias y sin restos de ninguna clase.

De manera tradicional se lijaban, pero era un trabajo pesado y que podía dejar más impurezas, de forma que ahora se emplea el chorreado de arena, que sirve tanto a la hora de limpiar las piezas como para crear un acabado rugoso en el que agarre mejor la pintura, el barniz o la sustancia que se aplique.

Grabar vidrio o piedra

Una de las ventajas del chorreado de arena es que permite utilizar distintos abrasivos, más o menos agresivos, dependiendo del resultado que se quiera obtener.

El corindón es uno de los abrasivos más extendidos a la hora de trabajar con la piedra o el vidrio, pues permite grabar estas superficies que son bastante duras, produciendo inscripciones en ellos que no se borran nunca.

Restaurar piezas metálicas

Quizá esta es una de las aplicaciones más conocidas de las máquinas de chorro de arena, ya que casi todos hemos visto alguna imagen de un trabajador con guantes limpiando componentes de coches dentro de una especie de caja transparente.

En este caso, se emplean las microesferas de vidrio y se pueden dejar los motores, bombas de combustible o cualquier componente de un coche, como recién salido de fábrica, sin una mota de óxido o de suciedad.

La pintura se quita en un momento, olvidando así los decapantes y el proceso que había que seguir con ellos, que no era el más limpio ni el más saludable.

Desbarbado de piezas cortadas

Las piezas que se cortan en la industria no son perfectas, y muchas de ellas tienen imperfecciones y esquirlas que las hacen muy cortantes.

Por eso, antes de usarlas o dejar que los trabajadores las manipulen, se someten a un proceso de desbarbado que puede ser incluso de precisión utilizando granalla plástica, la cual es capaz de pulir los metales más pequeños y delicados.

Acabado de superficies metálicas

Mediante las microesferas de vidrio, y las de cerámica, se consigue que las piezas metálicas queden perfectas, algo que no sucede cuando se termina su proceso de fabricación.

Algunos metales como el latón o el aluminio no tienen un buen acabado, que mediante el chorro de arena se “arregla”, satinando la superficie y consiguiendo que tengan una presencia más homogénea.

Se puede decir que estas esferas igualan las superficies para que todas las piezas sean similares, a la vez que tienen un aspecto más atractivo de cara a los clientes.

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