Cirugía de astigmatismo: solución eficaz para una visión nítida

Cirugía de astigmatismo: solución eficaz para una visión nítida

Corregir el astigmatismo mediante cirugía es una opción cada vez más demandada en España, especialmente entre quienes desean liberarse de las gafas o las lentillas. Este defecto refractivo, que afecta la curvatura de la córnea o el cristalino, impide que la luz se enfoque correctamente en la retina, provocando visión borrosa o distorsionada a cualquier distancia.

Gracias a los avances en cirugía ocular, hoy existen procedimientos altamente precisos que permiten corregir esta condición de forma segura y duradera. Sin embargo, no todas las técnicas son iguales ni todos los pacientes requieren el mismo tipo de intervención.

Qué es exactamente el astigmatismo y cómo afecta a la visión

El astigmatismo se produce cuando la superficie ocular, en lugar de ser esférica como un balón, presenta una forma ovalada. Esta irregularidad provoca que los rayos de luz se enfoquen en varios puntos de la retina, en lugar de un solo punto claro.

Los síntomas más comunes incluyen visión borrosa, fatiga ocular y dolor de cabeza, sobre todo tras periodos prolongados de lectura o uso de pantallas. En algunos casos, puede combinarse con otros defectos visuales, como la miopía o la hipermetropía, lo que complica aún más el enfoque.

Quienes padecen astigmatismo suelen necesitar corrección óptica desde edades tempranas, y muchos recurren a soluciones permanentes cuando buscan mayor comodidad o un cambio en su calidad de vida.

Opciones quirúrgicas para corregir el astigmatismo

Existen varias técnicas quirúrgicas diseñadas para tratar el astigmatismo, y la elección depende de factores como la edad, el tipo de córnea, la graduación y las expectativas del paciente. Las más utilizadas son:

  • LASIK personalizado: se basa en un láser excimer que remodela la córnea para que recupere su forma simétrica. Es rápido, indoloro y ofrece recuperación visual inmediata.
  • PRK: alternativa al LASIK, recomendada para pacientes con córneas delgadas o ciertas condiciones previas.
  • Lentes intraoculares tóricas: indicadas en casos donde no es viable el tratamiento con láser, o cuando se combina el astigmatismo con presbicia o cataratas.
  • Incisiones arcuatas asistidas por láser: una técnica avanzada que ajusta la curvatura corneal de manera milimétrica, útil en ciertos perfiles refractivos.

En una buena clínica oftalmológica en Málaga, el equipo médico evalúa cada caso de forma individual para determinar el procedimiento más adecuado.

Candidatos ideales para la cirugía de astigmatismo

No todas las personas con astigmatismo pueden someterse a una intervención quirúrgica. Para ser candidato, es necesario cumplir ciertos requisitos básicos:

  • Tener más de 18 años y estabilidad refractiva durante al menos un año.
  • No presentar enfermedades oculares activas, como queratocono, infecciones o glaucoma avanzado.
  • Disponer de una córnea con espesor y curvatura adecuados para el tratamiento láser.
  • No estar embarazada ni lactando, debido a los cambios hormonales que afectan la visión.

Una evaluación oftalmológica completa es imprescindible para determinar la viabilidad de la cirugía. Además del examen visual, se realizan pruebas como topografía corneal, paquimetría y estudio de aberraciones ópticas.

En centros especializados como Antonio Moreno oftalmólogos, este estudio previo garantiza que el tratamiento sea seguro, personalizado y eficaz.

Ventajas y resultados esperados tras la intervención

La mayoría de los pacientes que se someten a una cirugía refractiva para el astigmatismo logran resultados muy positivos, especialmente si se cumplen las condiciones clínicas adecuadas. Entre los beneficios más destacados se encuentran:

  • Eliminación o reducción significativa de la dependencia de gafas o lentillas.
  • Mejora de la nitidez visual tanto en visión lejana como cercana.
  • Mayor libertad para realizar actividades deportivas, conducir o trabajar sin molestias ópticas.
  • Resultados duraderos y estables en el tiempo.

En procedimientos con láser, la recuperación suele ser rápida: muchos pacientes retoman sus actividades cotidianas en 24 o 48 horas. En cambio, las cirugías con lente intraocular requieren un periodo de adaptación algo más largo, aunque igualmente exitoso.

Cuidados postoperatorios y seguimiento

Después de la intervención, es fundamental seguir una serie de indicaciones médicas para asegurar una correcta cicatrización y evitar complicaciones. Estas pautas incluyen:

  • Uso de colirios antibióticos y antiinflamatorios según prescripción.
  • No frotarse los ojos y evitar el contacto con el agua en los primeros días.
  • Descansar la vista y limitar el uso de pantallas durante la primera semana.
  • Acudir a todas las revisiones programadas para controlar la evolución.

El seguimiento es tan importante como la cirugía en sí, ya que permite detectar cualquier irregularidad y aplicar ajustes si fuera necesario.

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