Instalaciones de fotovoltaica en viviendas: ¿Son rentables?
Una de las dudas más comunes que surgen entre las personas que están valorando si instalar en su vivienda paneles solares es si esta va a ser rentable o no.
Si tenemos en cuenta que la rentabilidad es la relación existente entre la inversión que se requiere y el beneficio que proporcionará la instalación, la respuesta es rotundamente “sí”.
Todos sabemos que cualquier entidad bancaria nos aporta por nuestros ahorros unos intereses de prácticamente el 0%. Por el contrario, cualquier instalación fotovoltaica que ahorres en la factura de la luz desde el minuto uno.
Establecer si la rentabilidad prevista será de un 6, un 8 o un 10% es una tarea que sólo una empresa especialista se atreverá a garantizar. Para ello es necesario estudiar en profundidad los consumos eléctricos y hábitos de las personas que viven en una vivienda determinada.
Todas las instalaciones de autoconsumo son diferentes unas de otras.
El mayor o menor grado de rentabilidad de la instalación no sólo va a depender del consumo energético, si no del correcto diseño de esta. La opción más rentable es, en todo momento, la que mejor se ajuste a nuestras necesidades.
Si tenemos una instalación sobredimensionada estaremos produciendo más energía de la que consumimos y por lo tanto generando excedentes que se inyectan en la red y son poco rentables. Si por el contrario la instalación es inferior a las necesidades no se ahorrará tanto en la factura de la luz como se desea.
En definitiva, es muy importante que un profesional realice un estudio previo para adecuar la instalación a los hábitos de consumo para obtener la mayor rentabilidad.
Además, la rentabilidad también se puede medir con parámetros que van más allá de la propia producción de energía y el ahorro.
Por ejemplo, ¿podemos saber en cuánto se revalorizará nuestra vivienda en caso de querer venderla? Imagínate la cara de asombro que pondrían los potenciales compradores cuando les comuniques que el gasto eléctrico que van a tener que soportar es prácticamente inexistente. O imagínate viviendo en una vivienda donde estarás despreocupado por las constantes subidas de la luz.
Otra pregunta que podríamos hacernos es… ¿Y esto cuánto tiempo dura?
Pues bien, los elementos que conforman las instalaciones fotovoltaicas disponen de garantías muy amplias, como, por ejemplo: los paneles que en algunos casos superan los 25 años de garantía de potencia. Es decir, si un fabricante garantiza su producto por 25 años significa que está completamente seguro de que estos van a durar al menos 35 años. Podríamos entonces decir que los paneles de una instalación fotovoltaica son sin dudarlo “para toda la vida”.