Invertir en fondos indexados, una tendencia en auge

Invertir en fondos indexados, una tendencia en auge

Menores barreras de acceso, más simplicidad a la hora de invertir y una estructura de costes mucho más asequible que los fondos tradicionales, esas son las principales ventajas de los fondos indexados. Sin embargo, como todo proceso de inversión financiera, estos fondos también tienen su complicación, por lo que resulta necesario conocerlos a fondo (nunca mejor dicho), y analizar cómo operar en caso de lanzarse a la aventura.

En España, los fondos indexados han llegado para quedarse, pues existen carteras de fondos de gestores automatizados o roboadvisors que los ofrecen. También hay numerosas entidades que incluyen esta opción entre su gama de productos de gestión pasiva.

Porque sí, una cartera de fondos indexados se asemeja más a una inversión con carácter pasivo, con una participación poco activa del gestor, lo que deriva en menores costes para el inversor. La consecuencia directa de este proceso es que las rentabilidades también serán un poco más bajas.

¿Cómo funcionan los fondos indexados?

Estos fondos indexados también se denominan fondos índice, ya que index es índice en inglés. Además, el verbo indexar en español significa hacer índices. Si atendemos a la definición de índice, su primera acepción es indicio o señal de algo, y por ahí es por donde transita este producto financiero.

Los fondos índice son fondos de inversión que intentan repetir el comportamiento de un índice bursátil determinado, actuar como ellos. Estos índices pueden ser muchos selectivos a nivel global: IBEX 35, Eurostoxx, S&P500, Nasdaq…

Con ellos, en lugar de superar las cotizaciones para obtener más beneficios, la dinámica es replicar ese comportamiento para sacar ventaja de índices ya más experimentados y tradicionalmente rentables. De manera inicial, estos fondos se presentan como productos con costes bajos que son una buena oportunidad para quienes se inician en la inversión financiera. No obstante, también hay inversores expertos que dominan muy bien los fondos indexados.

¿Qué ventajas ofrecen los fondos índice?

Simplicidad, menores barreras de acceso y costos más accesibles. Esos son los puntos positivos más visibles de este producto financiero. Pero además de estas existen otras ventajas que atraen a muchos inversores.

La primera es el ahorro en las comisiones. La simplicidad y el actuar como un producto de gestión pasiva va asociada a menores comisiones. Si no existe un equipo gestor que tenga que estar al tanto del comportamiento de los fondos, no hay que gratificare con comisiones.

Por otra parte, un fondo indexado es apostar por un índice concreto en el que participan varias empresas de diferentes sectores. Esto implica diversificar mucho la inversión, lo que compensa posibles pérdidas. Cuando una empresa esté a la baja, las pérdidas se ven equilibradas por otras que sí están en un momento alcista.

Un último aspecto interesante, entre los positivos, es que estos fondos tienen una fiscalidad muy atractiva, ya que se comportan igual que los fondos de inversión tradicionales y en ellos es posible el traspaso sin tener que tributar por las plusvalías.

Precauciones con los fondos indexados

Existe una cara b de los fondos índice y es algo que hay que analizar con mesura y en profundidad. Estos productos replican a índices de referencia, por lo que si existen caídas, la rentabilidad el fondo también cae. Aquí entra de nuevo en juego la gestión pasiva, que es la que invita a que sea el propio índice de referencia el que se recupere. Si este no lo hace, el fondo indexado sufrirá episodios de pérdidas.

Un segundo fenómeno a tener en cuenta es el riesgo geográfico. La diversificación de activos es, tradicionalmente, una ventaja, pero si los fondos índice están expuestos a unn mercado completo, de carácter global, hay opciones de que el resultado no sea positivo. Como ejemplo, intentar replicar el índice S&P500 conlleva estar sujeto a sus subidas y bajadas. Pero también dejas fuera otros selectivos que pueden ser interesantes por su rentabilidad.

Para finalizar debemos señalar la oferta de productos disponibles, que es menor que con los fondos de inversión tradicionales. Por suerte, esta desventaja ya no es tan notable, pues muchos bancos y entidades ya incluyen esta opción a través de gestores automatizados. De optar por esta fórmula, la gestión pasa casi completamente a ser pasiva, de modo que la rentabilidad va a ir ligada totalmente al comportamiento del índice de referencia.

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