Por qué deberías comprar siempre café de especialidad
Hay dos tipos de personas cafeteras: las amantes del café, que disfrutan saboreando los diferentes matices que ofrece esta bebida, y las que piden café en vena, no importa cómo sepa, siempre que lleve cafeína. Si te encuentras entre las primeras, es posible que alguna vez hayas oído hablar del café de especialidad y sus célebres propiedades.
El café de especialidad es aquel que tiene un origen puro y unas características organolépticas muy concretas. El que solemos encontrar en cafeterías o supermercados suele ser mezcla de diferentes tipos de café, mientras que el café de especialidad procede de una sola región geográfica o incluso de una sola plantación.
Características del café de especialidad
Además de ese origen puro, el café de especialidad tiene una serie de características que garantizan su calidad y su excelencia. Este tipo de cafés tienen que haber obtenido una puntuación superior a 80 (sobre cien) en una cata realizada por especialistas. Además, los granos de café que se utilicen han debido pasar un control de calidad exhaustivo para que presenten la mayor pureza posible.
Otras de las características del café de especialidad es que su humedad no excede de 0,70 wa (water activity) y es seleccionado con unas condiciones de luz muy exigentes. Estos requisitos son los que provocan que este tipo de café obtenga los sellos de calidad más altos.
Con alguna excepción, los cafés de especialidad son de categoría arábica, ya que es la más aromática y la que cuenta con un sabor más suave. El café robusta no es tan delicado como el arábica, aunque algunas de las variedades de mayor calidad cumplen con los requisitos para ser café de especialidad.
¿Por qué debería comprar café de especialidad?
Si eres amante del café, enseguida notarás la diferencia entre el café de especialidad y el café mezcla, aunque este último también puede ser de una gran calidad y sabor. Sin embargo, el gusto no es la única ventaja que tiene el café de especialidad.
Como hemos mencionado, el café de especialidad tiene un origen puro, en ocasiones incluso procede de una plantación determinada. Esto quiere decir que el café pasa por un proceso de selección exhaustivo, y los importadores de café de especialidad tratan directamente con los productores y agricultores, esquivando intermediarios y explotaciones masivas.
El café se cultiva mayoritariamente en países en vías de desarrollo, principalmente en lugares donde se reúnen las características climáticas óptimas para el cultivo de esta planta. Cada sitio da, además, unas características organolépticas características, que diferencian al café procedente de Kenia o de India, por ejemplo.
Por ello, el contacto cercano y directo con los productores hace del café de especialidad un producto sostenible y responsable, que vela por las buenas condiciones laborales de sus recolectores y por que los agricultores reciban un precio justo por su trabajo.
En definitiva, comprar café de especialidad es sinónimo de calidad, excelencia y responsabilidad social. Ya sea para regalar o para deleite propio, el café de especialidad cumplirá con las exigencias de los grandes amantes del café.