Salud de la flora vaginal y sus afecciones más comunes

Salud de la flora vaginal y sus afecciones más comunes

Los genitales femeninos se caracterizan por tener una humedad natural, donde conviven una serie de bacterias buenas para la regulación del pH y la flora vaginal, pero que se puede ver alterada fácilmente. Por lo tanto, es bueno saber sobre la salud de la flora vaginal y sus afecciones más comunes.

La flora vaginal o microbiota vaginal, consiste en un grupo de bacterias favorables que se encuentran en los genitales femeninos, las cuales se conforman por más de diez especies diferentes de microorganismos, siendo las más importantes y abundantes los Lactobacillus, en las variedades de crispatus, brevis y gasseri.

La función de la flora vaginal es impedir la proliferación o colonización de microorganismos patógenos capaces de generar infecciones u otros problemas vaginales. En vista de ello, aquí hablaremos sobre la salud de la flora vaginal y sus afecciones más comunes.

¿Qué puede alterar la flora vaginal?

La flora bacteriana de la vagina es muy delicada, y se puede ver afectada tanto por factores internos como externos.

Entre ellos se pueden mencionar los siguientes:

  • Cambios hormonales, bien sea por avances en la edad, menopausia, ciclo menstrual, o el uso de métodos anticonceptivos. 
  • Actividad sexual.
  • La vestimenta, pues los pantalones muy ajustados o la ropa íntima de nylon o seda, por ejemplo, impiden la transpiración. 
  • La alimentación con abundantes carbohidratos y azúcares favorece el desarrollo de bacterias en el intestino y la uretra.
  • Uso de tampones.
  • Ingesta excesiva de antibióticos.
  • Inadecuados hábitos higiénicos o aplicación de productos agresores para la flora vaginal.

Afecciones más comunes en la flora vaginal

Cuando algunas de las causas antes mencionadas afectan a la flora vaginal, es posible que surjan afecciones como la vaginosis bacteriana, la cual es una alteración del equilibrio bacteriano que habita dentro de la vagina. No puede considerarse como una infección, tratándose entonces de una patología endógena, esto porque se produce un sobrecrecimiento de los microorganismos que, por lo general, están en menores cantidades.

Salud vaginal

Una mujer con vaginosis presentará un aumento en el flujo vaginal, el cual se verá gris o amarillento. Asimismo, habrá mal olor vaginal, similar al pescado, que se puede apreciar sobre todo, después de tener sexo, pues el contacto entre el pH del semen con el flujo vaginal liberará aminas; mientras que es poco frecuente que en una vaginosis se sienta irritación o escozor.

Por otra parte, la vaginitis o vulvovaginitis es otra afección muy común, en la que la mucosa y la piel se inflaman, sufriendo edema inflamatorio, eritema y abundante secreción. Esto provoca mal olor, dolor, escozor y prurito.

Tratamientos

Generalmente, los especialistas recetan antibióticos como el Metronidazol o Clindamicina para tratar las afecciones de la flora vaginal, sin embargo, éstos pueden afectar negativamente a los lactobacilos. En este sentido, los probioticos vaginales son especialmente recomendados para estos casos. Esto se debe a que los probióticos se componen de lactobacilos, que son precisamente la misma bacteria buena que se encuentra en la vagina.

De este modo, al usar probióticos se puede detener el aumento de los microorganismos patógenos y los hongos, siendo éstos los causantes de enfermedades como la vaginosis y la vulvovaginitis candidiasis. Otra ventaja de los probióticos, es que ayudan a metabolizar la glucosa, produciendo también ácido láctico, que es el responsable de mantener el pH ácido de la vagina.

Consejos para mantener en buen estado la salud de la flora vaginal

Es importante tener presente que es deber de las mujeres cuidar de la salud de su flora vaginal, lo cual está directamente asociado con los hábitos higiénicos y alimenticios. Por lo tanto, se presentan una serie de consejos ideales para mantener en buen estado el equilibrio de la flora vaginal, como son los siguientes:

  • Mantener la zona íntima limpia y seca.
  • Evitar realizarse duchas vaginales.
  • Cuidar la higiene íntima, antes y al finalizar el coito, siendo recomendable orinar después. 
  • No utilizar pantalones tan ajustados.
  • Consumir suficiente agua.
  • Se recomienda el uso de compresas en lugar de tampones.

Finalmente, se debe visitar al ginecólogo mínimo una vez al año, para llevar un control adecuado.

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