La piel atópica, una afección muy común que tiene solución
La dermatitis atópica es uno de los trastornos más comunes de nuestro sistema integumentario, que se caracteriza por la piel seca, con presencia de eczemas, y la aparición de sarpullidos, ampollas y descamación según el grado de atopia. Además, la dermatitis atópica suele ir acompañada de un picor intenso y es indicativa de una especial predisposición espacial a padecer enfermedades de origen alérgico, como rinitis, conjuntivitis, urticaria o asma bronquial. Sin embargo, no es una afección que no pueda ser tratada y existe un buen número de formas de mitigar sus síntomas. Descúbrelos y comienza a mejorar tu día a día.
La dermatitis atópica, una afección que puede aparecer a cualquier edad
Además de ser muy común, la dermatitis atópica puede aparecer desde el nacimiento hasta la vejez, aunque las zonas en las que se da, están bien diferenciadas en función de la edad.
Así, en los lactantes suele darse en la cara, el cuero cabelludo, el tronco o las caras extensoras de las extremidades. Los niños, por su parte, tienen tendencia a presentar eczema en los codos. Y, por último, la piel atópica en adultos es más frecuente en brazos y piernas, especialmente en la parte posterior de estas últimas, y en los pliegues de la piel, como los que se dan en el cuello, los codos y las rodillas.
Además, es en la edad adulta cuando las lesiones son más crónicas y persistentes, predominando la sequedad cutánea, junto a los pruritos y la picazón, siendo éste el motivo por el que hay que prestar especial atención a la salud dermatológica.
En cuanto a sus síntomas, pese a que ya se hayan indicado algunos, conviene señalar que contemplan un picor intenso en la zona afectada, la aparición de unas ampollas que pueden llegar a formar costras, el enrojecimiento de la piel que rodea a las mencionadas ampollas y el desarrollo de erupciones cutáneas, todos ellos muy molestos y que tienen que ser oportunamente tratados.
Por otra parte, cabe señalar que aunque la dermatitis atópica puede aparecer en cualquier época del año, el invierno es el momento en el que nuestra piel presenta una mayor tendencia a presentarla, dado que las temperaturas frías hacen que nuestra circulación se resienta y ello hace que nuestra piel reciba menos nutrientes y oxígeno. Esta circunstancia es la que produce la misma deshidratación que, a su vez, lleva aparejadas las molestias que se han mencionado más arriba.
Cómo tratar la piel atópica en el día a día
Para evitar esto, lo ideal es tratar nuestra piel con los productos adecuados, que pasan por ser aquellos que, como el jabon Syndet, están especialmente diseñados para hidratar nuestra piel, aliviar el picor y presentar una textura extremadamente suave de cara a tratar el eczema.
Además, estos productos son aptos para que hagamos uso de ellos en nuestra higiene diaria, por lo que además de para tratar las afecciones de la piel, nos ayudan a prevenirlas en aquellos momentos en los que temamos que están próximas a aparecer.
Por si esto fuera poco, los jabones dermatológicos no sólo están indicados para el tratamiento de la dermatitis atópica, sino que también sirven para tratar un amplio abanico de afecciones que, como la psoriasis o la piel diabética, pueden llevar a constituir un auténtico dolor de cabeza para quienes las padecen.
También hay que señalar que, aunque hasta ahora sólo hayamos hablado de jabones, también hay productos enfocados a tratar o prevenir las enfermedades cutáneas que aparecen en nuestro cuero cabelludo, existiendo tanto champús como acondicionadores especialmente indicados para tales supuestos.
Es decir, que el tratamiento y la prevención de las afecciones que puede presentar nuestra piel pasan por el uso continuado y frecuente, en nuestra higiene diaria, de aquellos productos que buscan no sólo hacerlas desaparecer, sino también, evitar que llegue el punto de que aparezcan las molestias que nos llevan a tratarlas.
