¿Por qué los grandes estadios se pasan al césped híbrido?
El césped híbrido se ha convertido en una de las principales alternativas para ser utilizada en los campos de fútbol. Se trata de un método en el cual se mezclan fibras de plástico con grama natural. Hasta ahora tanto jugadores como dueños de estadio han señalado su implementación como beneficiosa.
Esta alternativa, sin embargo, no es nueva. De hecho, su aplicación comenzaría en Inglaterra, ya que el campo de la ciudad de Huddersfield necesitaba adaptarse a los partidos de fútbol y rugby. Con el paso de los años continuó su implementación.
En los últimos años se han visto sus resultados en competiciones importantes. En el Mundial Sudáfrica 2010 dos de los campos de fútbol tenían esta tecnología. Cuatro años más tarde, en Brasil 2014, casi todos los estadios contaban con césped híbrido.
¿En qué consiste el césped híbrido?
El césped híbrido, como su nombre lo indica, es la mezcla entre césped natural y fibras artificiales, conformados principalmente por plástico. Su implementación es mucho más compleja que el césped artificial, ya que no se trata de cortar todo y fijar una tela. Por el contrario, el césped híbrido requiere de una máquina especial que ingresa las fibras de plástico encima del natural, a una distancia de dos centímetros cada una. Cada fibra tiene 18 centímetros de largo.
A medida de que crece el césped natural, este se va adaptando al artificial, y este último también hace lo mismo. Son unos 20 millones de fibras esparcidas por todo el campo. Sin embargo, en términos de porcentaje, el césped híbrido es apenas 4 % artificial y 96 % natural. Pese a esto, se logra obtener una mayor resistencia del campo de fútbol y su recuperación es más fácil cuando terminan los encuentros. Además, la filtración del agua cuando llueve es mayor, lo cual resulta un ahorro para el mantenimiento del estadio.
Beneficios del césped híbrido
Con todo lo reseñado anteriormente, el césped híbrido genera unas excelentes condiciones para todo campo de fútbol. En principio, se obtiene un mayor manejo del balón, pero sin caer en los rústico y molesto del césped artificial. Cuando se decidió implementar este último los jugadores se quejaron de que quemaba y que el balón tenía saltos irregulares.
El césped híbrido, por su parte, es resistente como el artificial y no requiere los mismos cuidados de uno natural. Pero además, esto permite que los campos se recuperen más rápido no solo tras los partidos, sino también durante temperaturas extremas, escasas horas de sol y falta de viento. Este sistema puede durar hasta diez años en un estadio hasta su cambio total. Más allá de eso, los jugadores se sienten cómodos con su uso, lo cual ayuda en todo momento.
Los estadios grandes y el césped híbrido
Desde que se usó en los mundiales de Sudáfrica y Brasil, los estadios de los principales clubes del mundo comenzaron a implementar el sistema del césped híbrido. Podrían nombrarse campos como el Camp Nou, Santiago Bernabéu o El Madrigal, por poner ejemplos en España. En el caso de Francia, el Parque de Los Príncipes, hogar del París Saint Germain, también lo implementó. Pero si se cruza el Canal de la Mancha también aparecerán otros campos de fútbol: Stamford Bridge y Old Trafford ya figuran entre las referencias.
Este cambio que se realiza en los estadios grandes del fútbol mundial no solo responde a las buenas críticas por parte de los jugadores, sino a una promoción que realizan los principales dueños de equipos y propietarios de campos. Para muchos se trata de una magnífica alternativa tanto el ámbito económico como en el deportivo. En el caso de los campos de fútbol utilizados para encuentros de ligas menores, también es notoria la aparición del césped híbrido. El más claro ejemplo de ello fue el mundial sub-20 en Canadá.
El futuro en el fútbol
De la misma manera en la que cada vez más se han implementado nuevas tecnologías en el fútbol, la inclusión del césped híbrido supone un sistema ideal para mejorar el deporte. Podría colocarse a la par de tecnologías como la revisión de jugadas mediante el uso del VAR, o la presencia de nuevos árbitros en los alrededores de las porterías.
La razón de esto es que va mucho más allá de una simple comodidad en el juego o ahorro en cuanto a gastos de mantenimiento. El césped híbrido puede representar el equilibrio entre el fútbol bien jugado, sin problemas de recorrido de balón y la prevención de lesiones para los jugadores.