Todo lo que debes saber acerca de la rosácea
La piel rosácea es un hematoma que se forma en el cutis de la cara.
Una enfermedad crónica que no tiene cura; pero que sí puede tratarse convenientemente para que, al menos, no se manifieste en el peor momento.
Y si lo hace, que su gestión no se convierta en un calvario para su portador.
Cuando la piel rosácea se manifiesta no es agradable.
La piel se vuelve sensible, pica, se seca y duele; además, es posible que de ella emerjan pústulas y granos seborreicos que provoquen ardor y sensación de incomodidad, que en contacto con la mascarilla, aún sean más desagradables y difíciles de tratar.
Las zonas más afectadas son la barbilla, la nariz, las mejillas y la frente. Algunos de los lugares más difíciles de ocultar cuando se está en público y que causan en quienes la sufren una verdadera inquietud.
Pese a que no hay forma de acabar con ella, sí se puede combatir.
Al menos sí se puede luchar contra los brotes, minimizarlos o contrarrestar sus efectos con cremas para la rosácea.
Una de las más completas es la línea Rosacure. Un tratamiento específico para la rosácea que combate los siguientes síntomas:
- Enrojecimiento habitual del rostro (zona de la nariz y mejillas sobre todo).
- Aparición de acné.
- Inflamación de la nariz.
- Piel gruesa en zonas como la barbilla, las mejillas y la frente.
- Sequedad y enrojecimiento de los ojos (menos común).
Lo peor de esta enfermedad es que tampoco responde a un patrón concreto a la hora de manifestarse. Por lo que, quienes la sufren, deben reconocer sus propios síntomas.
Por eso es importante mantener una higiene cutánea óptima.
La hidratación y la limpieza diarias pueden contener a la enfermedad y evitan que sus efectos se hagan más visibles y aparatosos.
En este sentido es fundamental evitar una exposición al sol demasiado larga y constante. Los rayos uva, sobre todo en verano, son un invocador natural de la rosácea que conviene evitar en la medida de lo posible. Y del mismo modo, alcohol, tabaco, alimentos picantes, lácteos o el mal descanso; todos ellos detonadores naturales de la enfermedad.
Aunque esta afección cutánea no suponga un problema mayor de la piel ni de pie a enfermedades más graves, conviene no ponerle las cosas fáciles.
Con todo, lo mejor que se puede hacer cuando se vive un brote de rosácea es tener paciencia y aplicar antes, durante y después las cremas rosacure.