¿Cómo es la vida de una estrella del porno?

¿Cómo es la vida de una estrella del porno?

La popularidad siempre es un concepto que abre muchos debates. ¿Es buena? ¿Es mala? ¿Puede ayudarnos a conseguir nuestros objetivos, pero también volverse en nuestra contra? Hay mucha gente popular en el mundo, aunque por supuesto, muchísima menos de la gente que no lo es. Para que haya ídolos debe haber fans, aunque en esta era en la que vivimos, casi todos queremos ser los agasajados, los famosos. Vemos las fotos de las celebrities en las revistas, o en las redes sociales, y soñamos con parecernos a ellos. O simplemente, con tener lo mismo que ellos tienen. Ese lujo, ese reconocimiento, esos viajes, esos eventos especiales… Es una vida que, sin duda, se sale tremendamente de la monotonía que cualquier mortal de a pie puede sobrellevar en su día a día. Pero la popularidad no siempre es positiva, y no siempre nos hace endiosar a esas personas. A veces alguien se hace famoso precisamente por lo contrario.

La fama también puede ser un estigma, si la hemos conseguido por algo no precisamente positivo, o no hemos sabido gestionarla. Hoy por hoy, cualquier patinazo, cualquier pequeño desliz en Twitter, nos puede relegar al olvido mediático. Y las estigmatización sobre ciertos sectores sigue siendo importante, a pesar del aparente aperturismo que estamos viviendo en estas últimas décadas. A nadie le asusta ya ver porno en portales como ilove.porn, porque se ha naturalizado mucho que es un show, un espectáculo, una ficción con tintes sexuales al fin y al cabo. Sin embargo, los actores y actrices que participan en estas producciones sí que son señalados en muchas ocasiones solo por su trabajo. Y es que son reconocidos por ello, han obtenido popularidad al tener sexo ante las cámaras. Y esa situación no es precisamente sencilla de sobrellevar, sobre todo cuando quieres dejar el mundillo y hacer otras cosas. Un fontanero o una maestra lo son durante su jornada laboral. Una actriz porno lo es las 24 horas del día, los 7 días de la semana, incluso después de retirarse del negocio. La vida de una estrella del porno no puede ser como la de una persona cualquiera, y aquí te vamos a descubrir sus secretos.

Personas normales con un trabajo especial

Nosotros nos vamos a centrar en aquellas estrellas del porno que todavía siguen en activo, y se mantienen haciendo películas. Es la vida que llevan estos profesionales mientras se dedican a su carrera en la pornografía, para la que también hay que prepararse, claro está. ¿Tienen algo de especial? Seguramente una mente más abierta y una manera especial de entender el sexo como un entretenimiento divertido. Más allá de eso, los actores y actrices son gente normal y corriente, con un trabajo muy poco normal. Por el tipo de oficio que tienen, es cierto que suelen ser más atractivos que la media, y cuidarse más, porque viven de sus cuerpos. Sin embargo, podemos encontrar chicas y chicos más guapos y sexys en cualquier discoteca. Solo que ellos no tomaron la decisión de hacer del sexo su modo de vida.

Viajes y grabaciones

Los actores porno cocinan, limpian, cuidan a sus mascotas (e hijos, que muchos tienen), y también bajan a comprar el pan y van a tomar una cerveza con sus amigos. Llevan una vida bastante típica porque al fin y al cabo, no están todo el tiempo trabajando. Pero cuando les toca ponerse el mono de currar, el chip cambia por completo. Una de las cosas que más llama la atención de este negocio son los viajes, porque muchas estrellas deben estar trasladándose prácticamente todas las semanas entre distintas ciudades. A veces, las estrellas del porno cogen varios aviones al mes solo para poder trabajar con tal o cual productora. Algunos lo evitan yéndose directamente a California, meca del negocio, y trabajando allí, si son muy solicitados en esa industria.

Los viajes suelen cansar bastante a estas estrellas pero son parte de su trabajo. Llegan en tren o avión a la ciudad donde van a grabar y se preparan para la filmación. Deben acudir normalmente con un test realizado recientemente y que muestre que están libres de ETS, totalmente sanos. De la misma forma, seleccionan el outfit que van a llevar en la escena, aunque sea solo para los primeros minutos. Graban un vídeo sobre su consentimiento y firman el contrato, preparando la escena. En ocasiones, la visita dura unas 24 horas, entre la llegada, la grabación y la partida. Por eso también se debe buscar un hotel o un lugar donde quedarse a dormir. La suerte es que suelen ir a gastos pagados, más lo que el actor vaya a ganar por la escena, que ronda en torno a los 300 o 400 dólares, según su popularidad.

Cuidado de su cuerpo

Otra de las cosas importantísimas que un actor o actriz porno debe cuidar es su físico. Al fin y al cabo, viven de su cuerpo, y salvo excepciones, se exigen mucho para estar perfectos ante la cámara. Decimos lo de las excepciones porque sinceramente en el porno hay gustos para todo. Es un mundo que sigue mucho las tendencias canónicas de belleza, pero donde también hay más diversidad. Las chicas no tienen que ser perfecta al cien por cien, y los hombres no deben ser todos musculosos. Sin embargo, cuidarse es importante, ya no solo por la apariencia, sino por la propia salud y por la resistencia que deben tener para grabar esas maratonianas escenas de más de veinte minutos. El cuidado del cuerpo se refiere no solo al ejercicio, una parte fundamental, sino también a la dieta.

Cualquier estrella del porno sabe que comer sano es una red de seguridad para poder realizar su trabajo de la manera más eficiente posible. No solo por la salud que eso les va a reportar, sino también por la necesidad de energía saludable para aguantar el ritmo de vida a veces vertiginoso que se da en este tipo de trabajas. Muchos viajes, mucha acción, y aparte, todo lo que hagan en su vida privada, donde seguramente también tendrán bastante sexo… Hay que estar bien preparados para eso, y la alimentación es, al fin y al cabo, el mejor combustible para ello. Por eso las estrellas del porno también deciden cuidarse mucho en este aspecto, aunque se pegan sus caprichos culinarios, para luego quemarlos en el gimnasio… o ante la cámara.

Redes sociales, imprescindibles en esta nueva era

Empezábamos hablando de la popularidad, y hoy por hoy, la de las estrellas porno es mucho mayor que hace tan solo veinte o treinta años. En aquel momento había cuatro o cinco grandes estrellas muy reconocidas. Hoy pueden ser decenas de ellas las que expongan su trabajo en Internet y tengan contacto directo con los fans a través de las redes sociales. Conseguir reputación y popularidad en ellas les sirve, además, para proyectar mucho mejor sus carreras. De hecho, la aparición de plataformas como Onlyfans está permitiendo que muchas de estas pornstars puedan ir por libre y tener sus propios proyectos personales. Ganan dinero gracias a sus fans, directamente, y pueden liberarse de las ataduras de la propia industria para trabajar a su aire.

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